Blackhouse, un pueblo que regresa al pasado

Blackhouse

Hace unos días os sugeríamos vestiros como hacían los auténticos highlands en los tiempos de antaño si os acercabais por Fort August. Hoy nos movemos un poco más hacia el oeste y os hablamos de la posibilidad de conocer un auténtico pueblo de las Islas Hébridas Exteriores, tal y como era siglos atrás. Para ello debéis ubicaros en la isla de Lewis, más concretamente en Garenin, en el municipio de Carloway. En Garenin apenas existen menos de medio centenar de personas, pero que se cruzan con muchos turistas atraídos por vivir una auténtica experiencia escocesa en la aldea de Blackhouse.

La aldea estuvo habitada hasta la década de los 70 del siglo pasado, cuando sus habitantes se trasladaron a otra isla de las Hébridas. Desde entonces se trabajó varios años reparando las viviendas que dejaron y poniéndolas a punto para convertir al pueblo en un destino turístico de primer orden. Siguiendo también métodos tradicionales se recreó la antigua mampostería de piedra seca y los tejados se hicieron con paja. El entorno mantiene su pureza antigua, ya que no se actuado sobre la naturaleza a fin de que la gente pueda disfrutar de las Hébridas en su estado más puro.

Además de relajarse, las posibilidades que oferta Trust Garenin (la entidad gestora) , van desde realizar actividades rurales tradicionales hasta aprender la rica historia de la zona o socializar en un ambiente único. Lejos de los móviles, Internet o los ordenadores en Blackhouse los despertares vienen acompañados del batir de las olas del Atlántico ante las casas y por las noches se organizan espontáneas reuniones ante un fuego de la turba.

El pueblo se divide en nueve cabañas que reciben nombres de antiguos habitantes de la aldea. Todas tienen distinta capacidad y permiten alojar a parejas o a familias enteras en una sola vivienda. A pesar de lo natural que puede ser el exterior de las casas en su interior tienen todo tipo de comodidades, desde estufas de gas a cocinas totalmente equipadas, ya que alguna de ellas está catalogada como un establecimiento de cuatro estrellas.

A pesar de que pueda parecer que Blackhouse está alejado del mundanal ruido no lo es tanto y está muy bien comunicado. La isla de Lewis dispone de un aeropuerto propio con numerosas conexiones con Edimburgo, Glasgow e Inverness. Si preferís acceder a través del mar Caledonian MacBrayne oferta, además, un servicio de transbordadores entre Ullapool, Stornoway, Isla de Skye y Tarber. Para recorrer la isla de Lewis la empresa Gearrannan dispone de varias rutas de autobús.

Foto Vía Flickr

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