Vatersay, la isla del encanto escocés

Vatersay

La mayoría de las islas escocesas están deshabitadas, ubicadas en un aura de profundo silencio, a excepción de Vatersay, la isla occidental más poblada, en la zona sur. Debido al pequeño tamaño de la isla, la ciudad de ella lleva el mismo nombre, y es uno de los pocos pueblos que lleva habitado desde hace miles de años. Se trata de un pacífico y pintoresco destino, con una historia fascinante, una flora y fauna maravillosa y unos notables atractivos.

La isla de Vatersay parece una H mayúscula en un estrecho tramo dividido en dos islas. Fue la isla propiedad de Lady Gordon Cathcart, pero en 1906, y después de ser dueña de la isla durante 56 años, las presiones de la reforma agraria condujo a la sublevación de los habitantes de Vatersay, quienes lucharon por sus antiguas tierras y obligaron al gobierno escocés a comprar las tierras en 1909.

La carne y la pesca de la langosta se convirtió en las dos industrias más importantes de Vatersay desde 1900. Pero, al mismo tiempo que producían su preciado ganado, tuvieron que superar otro obstáculo: tenían que llevar su producto hasta tierra firme. En 1989 se logró construir un puente que uniera Vatersay con la ciudad de Barra, concluyéndose en 1991.

En Vatersay tendremos la posibilidad de contemplar desde codornices, hasta focas, nutrias o garzas. Y todo ello mientras paseamos a lo largo de la isla. Entre las atracciones de la misma tenemos unas ruinas de una fortaleza de la Edad del Hierro y una iglesia que se construyó en 1913.

También se puede llegar a pie al pueblo abandonado de Eorasdail. En él, el memorial a Jane Annie es un sombrío recordatorio del buque de emigrantes que encalló en la isla después de las severas tormentas del 28 de septiembre de 1853. Los isleños hicieron todo lo posible por salvar a la tripulación y los pasajeros, pero perecieron unas 350 personas, que hoy siguen enterradas en las dunas. Los restos de un avión RAF Flying Boat JX273 se encuentra también destrozado cerca de la bahía de Vatersay, del que milagrosamente seis de los nueve hombres de la tripulación sobrevivieron, después de estrellarse en la isla en 1944.

Aproximadamente un centenar de personas habitan Vatersay y sigue siendo un destino virgen y tranquilo en Escocia. El alojamiento lo podéis encontrar en la ciudad de Barra. Es recomendable pasar unos días entre la tranquilidad, la belleza y el encanto de estas islas.

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