La Ilustración Escocesa
Durante el siglo XVIII se desencadenó en Escocia un importante movimiento intelectual, y que trajo consigo un fuerte desarrollo cultural y científico para el país. Durante la segunda mitad de este siglo, Escocia podía presumir de contar con algunos de los más prestigiosos cerebros de Europa, y unos índices de analfabetismo inferiores al 25%. A este periodo de bonanza intelectual, que duró todo ese siglo, se le conoce como la Ilustración Escocesa.
Como curiosidad hay que decir que Edimburgo fue apodada durante esta época como la «Atenas del Norte».
La Ilustración Escocesa seguía los pasos, tanto en la forma de pensar como en los conceptos «humanistas», de la Ilustración Europea de entonces, siendo sus principales influencias los intelectuales franceses. Pero los escoceses no se dedicaron a seguir los pasos, sino que se esforzaron en innovar y seguir su propio camino, anteponiendo la razón y el optimismo ante cualquier problema del hombre o la sociedad. También se caracterizó por su espíritu práctico, poniendo siempre el experimento por delante de la especulación.
De los campos que se beneficiados por la Ilustración Escocesa quizá los que más fueron la filosofía, la ingeniería, la ciencia, la economía y la sociología. Algunos de los más destacados miembros del movimiento son los filósofos David Hume, Alexander Graham Bell, James Clerk Maxwell, Francis Hutcheson y Thomas Reid, el científico e ingeniero James Watt, el ilustre médico, filósofo y economista Adam Smith o el químico Joseph Black.
Uno de los mayores inventos de la Ilustración Escocesa fue la entonces llamada «Ciencia del Hombre», que hoy conocemos como Antropología, y que fue concebida por Adam Ferguson, Lord Monboddo, Lord Kames y William Robertson. Ellos dieron forma a la manera de estudiar el comportamiento humano en el pasado, abriendo así una puerta con nuestros predecesores.
Y no se puede hablar de esta revolución intelectual sin mencionar al genial James Watt, quien concibió dos de los más importantes ingenios de la Revolución Industrial: el regulador centrífugo y la máquina de vapor. Sus ideas consiguieron llevar a Gran Bretaña a la cumbre del desarrollo económico en Europa.
Pese a que la Ilustración duró sólo hasta finales de siglo, la influencia que dejó pervivió hasta bien entrado el siglo XIX, así como su particular manera de afrontar los problemas y desafíos intelectuales.
Foto vía: jddorren08
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