Selkies, las bellas sirenas escocesas

En la mitología escocesa, dentro de la familia de los cambiantes de forma, nos encontramos con las selkies, (también llamadas silkies, selchies o roanes), cuyo mito es compartido también por irlandeses e islandeses. Estos seres que habitan en los mares tienen la habilidad de quitarse su piel de foca, la cual poseen en su encarnación habitual, pudiendo con ello transformarse en delicadas mujeres de extrema belleza. El único problema que ésto representa es el hecho de que están obligadas a volver a ponerse su piel, de lo contrario no podrán volver a su forma original.

Tradicionalmente se las ubica en las costas de las islas Feroe, y con frecuencia abandonan los mares para vivir breves episodios románticos con los incautos humanos, debiendo regresar al mar con prontitud por una u otra razón. También existen selkies masculinos, dotados según la tradición de una belleza equiparable a la de sus compañeras femeninas, y de ellos se dice que pueden invocar a las tormentas y mostrarse violentos con los humanos que traten de asesinar animales marinos.

La única forma de evitar que retornen a las aguas es esconderles su piel de foca, lo que puede llevar a darnos el control sobre la selkie, aunque puede darse el caso contrario de que, mediante engaños y encantamientos, sean los humanos los que marchen a la mar sin retorno, en lo que parecen compartir rasgos con las clásicas sirenas, aunque difieren en el resto de cualidades.

Cuenta la leyenda que quien le roba la piel a una selkie puede obligarla a desposarse con él, y tienen fama de buenas esposas, aunque aquejadas de una perenne melancolía. Normalmente buscarán la forma de encontrar su piel y volver al mar sin previo aviso, dejando atrás todas las posesiones terrenales para volver a su lugar de origen.

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