Ocho días en Escocia, una ruta por carretera
Tener la opción de programar una ruta turística puede llegar a ser una gran ventaja. No solo porque evitamos que se pierda tiempo buscando sitios de interés una vez que estamos allí, sino también porque nos permite estar al tanto de toda la información necesaria como para saber qué hacer, cómo llegar y dónde parar. Pues en este caso, os invito a compartir una ruta por carretera, con una duración de ocho días por Escocia.
Lo primero que debéis realizar es alquilar un coche en el Aeropuerto de Edimburgo y daos el gusto de conocer durante dos días lugares fascinantes como el Castillo de Edimburgo, la calle turística Royal Mile, el Museo de Arte Moderno donde se alojan más de 5000 obras de arte, el Palacio de Holyroodhouse y el Jardín Botánico repleto de plantas, árboles y flores de todas partes del mundo.
Pasando al tercer día, os propongo hacer una ruta por el sur de Escocia y visitar Rosslyn Chapel, la Abadía de Melrose donde se sitúan ruinas rosáceas, la casa de Walter Scott durante sus últimos 20 años llamada Abbotsford House, Dryburgh Abbey y la Abadía de los Borders, donde se pueden observar casas históricas y hermosos castillos.
Y continuando con el cuarto día, lo mejor es hacerse una escapada de 24 horas por el norte y este de Edimburgo para darse el gusto de conocer la Abadía y Palacio de Dunfermline, Pitlochry, Falkland Palace, el Castillo Glamis el cual ofrece en su interior colecciones de porcelana, tapices, cuadros y muebles, y por último, antes de descansar en un buen hotel, St. Andrews, el lugar donde nació el golf.
¿Qué podéis conocer en el quinto día de ruta por Escocia? Pues Highlands este, y aquí, el pueblito escocés Ballater, Dunoltar Castle y el castillo de altos torreones construido en el año 1390, llamado Balmoral Castle. Para que tengáis en cuenta, dicho lugar no se encuentra visible por dentro, por lo que merece la pena conocerlo paseando por las inmediaciones donde se presenta una maravillosa fachada y praderas de césped. Esa misma noche lo aconsejable es dormir en Inverness.
Continuando con el sexto día y luego de tomar un rico desayuno escocés, podéis dar la vuelta por Inverness, salir hacia el Lago Ness, llegar a Ben Nevis y recorrer rincones como Eilean Donan Castle, Ullapool, Fort William y Dornoch Cathedral. Vale señalar que durante horas nocturnas, lo mejor que se puede seleccionar es un buen hotel en Fort William.
Y para finalizar, el séptimo día os dedicaremos a viajar al sur desde Fort William con paradas en el lago Lommond hasta llegar a Glasgow, una de las ciudades más cosmopolita de Escocia y por último, el octavo día podéis ir hasta Stirling, conocer el monumento a Wallace y retornar a Edimburgo para tomar el avión de regreso.
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¡Qué estrés!
Es mejor ver menos cosas, con más tranquilidad, y menos toneladas de millas. Y puestos a hacer kilómetros, es un crimen dejar de lado Skye…