Las aves que nacen de la madera en Escocia
Ni nos hemos vuelto locos ni es que en Escocia ocurran fenómenos paranormales, bueno al margen de las apariciones de algún que otro fantasma en los antiguos castillos y callejones.
Y es que hoy vamos a hablaros de una de esas muchas leyendas que circulan por el país y que hablan de que algunos árboles, en lugar de dar frutos, florecían aves de sus ramas. Se trata de una historia que viene de la Edad Media y que se ubica en las inmediaciones de Aquilón, en las islas Orcadas.
Los árboles en cuestión se ubican en zonas próximas al mar o a ríos ya que, según cuentan, cuando el fruto está maduro cae al agua, el animal cobra vida y se convierte en una bella ave. En caso de no aterrizar en agua el pájaro no llega a nacer. Se trata esta de una leyenda relacionada con la madera, que se considera una fuente de vida. Y es que no sólo nacen en los árboles, sino que también pueden nacer en otros sitios.
Estos seres son similares a los bernakes, unas aves que también nacen de los árboles. En este caso se ubican en Irlanda, donde la gente de Cathey dice haberlas visto en más de una ocasión colgando de las ramas de los árboles, esperando a madurar.
Otra leyenda habla de la existencia de los cravans, una especie de ave que es de lo más particular de la fauna escocesa, y que se ubica también en las Orcadas. No nace de los huevos, como suele ser habitual, sino que procede de la corrupción y podredumbre de la madera vieja de las naves que acaban descomponiéndose en el mar. Para poder asistir al nacimiento de estos seres hay que tener un barco que haya caído al mar.
Una vez allí, y por el efecto de la humedad, se podre y acaba corrompiéndose por el fango. De esta podredumbre es donde nace una especie de cieno que es viscoso y pegajoso como la arcilla. En el se forman y engendran aves que cuelgan del pico de la madera, como si fueran fruta madurando en un árbol. En ese estado se mantienen durante dos meses.
Una vez pasado ese tiempo se espera que ya sean piezas grandes y hermosas, recubiertas de plumas negras. Son capaces, entonces,de volar a cualquier lugar, como lo harían el resto de las aves. Su plumaje es de gran belleza y dicen, quienes alguna vez los probaron, que su carne es blanca, tierna y sabrosa, como si fuera la de un pato.
Foto Vía Robynejay
Conéctate