El encanto de la isla de Eigg
Hoy nos vamos de viaje a la isla de Eigg. Imagino que a pocos os sonará este nombre, porque se trata de una pequeña extensión de tierra en el mar y en el archipiélago de las Hébridas, situada 10 millas de la costa oeste de Escocia, y cerca de la famosa Skye.
Además de ser un espacio en el que disfrutar de la vida silvestre y un clima marítimo templado es un territorio de lo más particular. Y es que como entidad administrativa tiene poco más de diez años, ya que los vecinos de Eigg decidieron comprársela al gobierno británico y desde entonces son dueños y señores de todo lo que acontece en ella.
Además, son los encargados de autoabastecerse, labor que no debe ser nada fácil si tenemos en cuenta que su censo no llega al centenar de personas. Aunque ahora viven en total armonía, esta pequeña isla ha sido motivo de conflicto entre distintos pueblos y clanes que querían convertirse en propietarios de ella desde tiempos inmemoriales.
Hoy en día han aprendido a adaptarse a la nueva realidad y para mantener a flote la isla sus habitantes se han convertido en especialistas de toda clase de artes, como la pesca, la naturaleza, la ganadería e, incluso, turismo. En los últimos años se han volcado en atraer a visitantes a su territorio y por ello han puesto en marcha varias iniciativas que pasan, por ejemplo, por una empresa en la que se imparten cursos de inglés para extranjeros que se sentirán como en casa gracias a la hospitalidad de esta pequeña comunidad.
Y como no todo puede ser trabajar los habitantes de Eigg organizan toda una serie de actos culturales con los que, además, animar las noches en la isla. A finales de este mes, por ejemplo, un festival de música tradicional. También se celebrará un evento relacionado con el ceilidh coincidiendo con la Pascua. A lo largo de primavera gestionarán la celebración de talleres de canto.
Además, sus verdes y extensas praderas tienen fama de ser un lugar perfecto para observar las aves y disfrutar de la naturaleza en estado puro. Eso no cuenta para que en Eigg cuenten con todas las comodidades que os podáis pensar, pero con las limitaciones propias de un territorio como este.
Para llegar hasta Eigg se hace necesario coger alguno de los ferrys que operan, varias horas al días, las compañías Caledonian MacBrayne y Arisaig Marina. Hay varias conexiones diarias que parten desde las Islas Hébridas.
Foto Vía Kevinzim
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