Mull, una isla detenida en el tiempo

Mull

En la costa occidental de Escocia encontramos uno de los lugares más hermosos que integran el conocido archipiélago de las Hebridas Interiores: la isla de Mull. Posee más de 800 kilómetros cuadrados, por lo que es considerada la cuarta mayor isla de Escocia. Muchos son los islotes que rodean Mull, encontrando al oeste Inch Kenneth, Eorsa y Gometra, todos ellos casi deshabitados y con una belleza inconmensurable.

Si eres de aquellos turistas interesados en encontrar paisajes que describan la historia del lugar que visitas, la isla es especial para ello. Es asombroso encontrarse con las ruinas de fuertes de protección que en el año 600 a.C. habían construido los denominados “Hombres de la edad de Hierro”.

Además encontrarás un antiguo monasterio construido en el Siglo XI edificado en el extremo suroeste de la isla; el imperdible Castillo de Duart y el Castillo de Torosay también son patrimonios nacionales; los mismos abren sus puertas al público desde abril hasta septiembre.

Pareciese que en Mull el tiempo no pasa : el solo hecho de recorrer sus calles a pie hace sentir que uno estuviera formando parte del mundo medieval. Con tan solo 2.000 habitantes, la isla se convierte en un lugar pacífico para pasar unos días de relax.

Además de recorrer sus monumentos históricos, Mull te ofrece la oportunidad de realizar paseos en barco sobre la península de Aros, al norte de la isla. Es allí donde podrás observar las hermosas ballenas enanas y los delfines que habitan sus aguas. Además puedes visitar Calgary y Salen, dos hermosos poblados que conservan las costumbres medievales casi intactas.

Te aconsejo que realices caminatas por todo el lugar ya que gracias a ello podrás divisar la inmensa variedad de fauna que posee Mull, sobre todo las aves. Muchos científicos viajan a la isla para investigar una especie casi en extinción que migró de la isla de Rúm hacía Mull, la conocida “águila de cola blanca”.

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