The Royal Scotsman, un tren por las Tierras Altas
Hay viajes que resultan fascinantes por el mero hecho de realizarlos en un medio de transporte peculiar, y por las perspectivas del paisaje que éste nos proporciona. El de hoy sin duda es uno de ellos. Se trata del tren Royal Scotsman, que serpentea entre los campos agrestes y la costa virgen de las Highlands escocesas. Destilerías de whisky, castillos y pueblos marcan el camino, que podemos pasar disfrutando de los productos más frescos y de mejor calidad de la zona, servidos en los vagones restaurante. Tras la cena, el miembro de un clan local relata cuentos y leyendas que reviven la historia de Escocia.
Los vagones dormitorio cuentan con dieciséis cabinas dobles y cuatro individuales, ricamente decoradas en madera. Cada cabina presenta su propio baño con ducha, lavabo y retrete, agua caliente en todo momento, artículos de tocador de primera calidad y mullidas toallas blancas renovadas cada día.
La comida es uno de los elementos que caracterizan al Royal Scotsman. Los menús reflejan los cambios estacionales y la amplia bodega ofrece una gran variedad de vinos, licores y whiskies de malta. Por las mañanas, además, se puede elegir entre un desayuno típicamente escocés o un desayuno continental. Los dos vagones restaurante están decorados con paneles de caoba y tejidos de lujo. El Royal Scotsman ofrece cenas formales e informales, normalmente en noches alternas. Por lo que se refiere a la comida, el marisco, la caza o la ternera Angus de Aberdeen son algunos de los platos de los que se puede disfrutar.
Todos los trayectos del Royal Scotsman parten de la estación de ferrocarril Waverley de Edimburgo. Una vez los pasajeros han subido al tren, viajan a través de los paisajes escoceses pero desembarcan también diariamente para visitar lugares de interés, como residencias privadas o destilerías. Las actividades pueden incluir la visita a festivales de “Highland Games” o a pescadores locales para ver cómo desarrollan su labor, lo que hace mucho más ameno el trayecto.
La mayor (y, por qué negarlo, gran) desventaja de este tren son sus precios: la tarifa más barata, 2.630 euros dos noches. Ahí es dónde debemos poner en la balanza nuestras posibilidades económicas y la de poder vivir una experiencia que seguramente será inolvidable.
Foto vía The Royal Scotsman
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