En tren por la costa oriental de Escocia

Escocia es un país con impresionantes vistas y una belleza natural intacta. Tanto la costa occidental como la oriental presentan bellísimos ejemplos. Cualquier persona que haya viajado en tren por la costa occidental de Escocia os podrá decir que el trayecto entre Fort William a Mallaig, en el tren de vapor Jacobite, es incomparable. Sobre todo porque cruzaremos, por poner un sólo ejemplo, por los impresionantes 21 arcos del viaducto Glenfinnian, que aparece en las películas de Harry Potter. También os hablarán de Ben Nevis y las islas, un impacto visual considerable.

La costa occidental de Escocia es impresionante. Sin embargo, la mayoría de la gente pasa por alto la costa oriental. Y os puedo asegurar que es casi tan fantástica como la occidental. También tenemos aquí trenes que nos acercan a estos maravillosos paisajes.

Así pues… ¿Nos acompañáis en un viajecito?.

– Desde Perth a Inverness ( Highland Line ), 2 horas de trayecto

La línea de Highland Line une realmente Glasgow e Inverness, pero los paisajes maravillosos suelen aparecer a partir de Perth. Un gran bosque de pinos, la niebla envolviendo las montañas, las humildes cabañas sobresaliendo de la espesura, antes de descender en una oscura red de lagos y ríos, rematados bajo un cielo gris pizarra.

El paisaje da paso entonces a páramos áridos, cubiertos de un brezo color púrpura y grandes arroyos. Cerca de Dulwhinnie los páramos se convierten en colinas, donde las montañas hacen cosquillas a las nubes. Parece como si nos hubiésemos salido de Escocia y otro paisaje se posara en nuestra ventanilla. Atravesaremos el Parque Nacional Cairgorn, un lugar bastante rocoso.

De nuevo los bosques sustituyen al páramo, y una vez más el verde cobra nueva vida sobre el brezo púrpura escocés. Justo antes de Aviemore podemos ver ciervos desde el tren, e incluso, en ocasiones, águilas reales sobrevolando la zona.

– Desde Inverness a Culrain (North Highlands Line) 1 hora y 30 minutos de trayecto

Después de Inverness, el viaje se convierte en un poco más sosegado. Se nos ofrecen tierras de cultivo, campos de trigo y de heno llenos de cuervos y espantapájaros haciendo su denodado trabajo. Viajaremos a lo largo de Beauly Firth antes de pasar al norte en Ord Muir. Aquí el paisaje se torna incluso mucho más suave, como si fuese una acuarela.

Pero a partir de Donorch Ardgay vuelve de nuevo el paisaje de montaña, las Highlands en su máxima expresión. Culrain tiene muchos bosques y paseos forestales, aunque de muy difícil acceso, sobre todo sin ayuda de automóvil. Por eso, viajar hasta aquí en tren es lo mejor que podemos hacer.

Sin embargo, un camino que podemos hacer sin necesidad de coche es el que nos lleva hasta las Cataratas de Shin. Resulta precioso ver a los salmones tratando desesperadamente de llegar hacia arriba en la corriente.

– Desde Culrain a Thurso (North Highlands Line) 2 horas y 20 minutos

Desde Culrain el tren toma dirección a una serie de páramos cubiertos de brezos y salpicado de un cielo donde suelen sobrevolar aves de presa en busca de alimento. Pasaremos el tranquilo Loch Golspie con sus bosques, antes de llegar al castillo de Dunrobin. Desde aquí y hasta Helmsdale el tren nos muestra el desfiladero del Mar del Norte. Se trata de una maravillosa vista, limpia y abierta, con las focas jugueteando en sus meandros.

Continuamos a lo largo del río Helmsdale para seguir viendo montañas y edificios antiguos en ruinas. Cruzamos los brezales inaccesibles de Altnabreac, una tierra casi desolada y hundida en el silencio. A pesar de la sombría escena, es el borde último de la península escocesa, una vista maravillosa. Más allá de las Highlands, desde este punto, parece que no puede haber nada más hermoso.

Por tanto, si Escocia es vuestro destino elegido, limitarse sólo a la conocida costa occidental sería cuanto menos dejarnos la mitad de la belleza de un país en el abandono. No os perdáis la costa oriental, por favor…

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